Los juguetes son imprescindibles en el desarrollo inicial del niño, por ejemplo, porque lo ayudan a desarrollar sus afectos. Gracias a ellos van tomando conciencia de nociones básicas como distancia, espacio, cuerpo, espesor, presencia, ausencia, adentro/afuera, alto/bajo, grande/pequeño. Pero también cumplen un rol importantísimo cuando les permiten expresar sus temores. Un niño que juega al médico y consuela a sus "pacientes" (= muñecos), sublima sus miedos y comienza a dominarlos.
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