TARRO PARA TABACO
Si disponemos de un frasco de boca ancha de cristal o plástico, podremos hacer un tarro para conservar el tabaco.
Tomando la medida sobre el frasco, se corta una tira de badana gruesa (1), de altura y longitud iguales a la altura y longitud del perímetro del frasco, a la que haremos los taladros para el cosido a lo largo de tres de sus lados, como vemos en (A).
Del mismo material cortaremos una tira de 20 mm. de ancho y de longitud mayor que la anterior, la cual también irá taladrada en su parte superior y ambos extremos (2), así como dos discos (3) y (4), teniendo en cuenta que este último deberá tener 4 mm. más de diámetro que el anterior.
Insistimos en el hecho de hacer, tanto esta tira como el segundo de los discos, algo mayores que la pieza (1) y que el disco (3), tal como ya se indica gráficamente, puesto que estas piezas forman la tapa, que al hacerla del mismo tamaño, no encajaría en el tarro.
Se unen los laterales de la pieza (1) para formar un cilindro a cuya parte inferior se cose también el disco (3) por el sistema de repulgado sencillo.
De igual forma se procede con las piezas (2) y (4) para formar la tapa.
El frasco se introduce en el interior de la funda de cuero, no siendo necesario, sujetarle de forma alguna.
Si así se desea, se puede pegar a la parte exterior algún motivo de badana fina, de distinto color al del tarro.
En (C) vemos el modelo terminado que, como en los casos anteriores, puede coserse también pespunteado, con el mismo sistema de confección.

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